martes, 1 de noviembre de 2011

Voy a por tabaco a Logroño

El del pasado viernes fue uno de esos viajes cómodos de ir y volver en un mismo día, como ir a por tabaco por la mañana y estar en casa por la noche. Logroño está a menos de cuatro horas de Lleida y en bus se hace menos pesado, charlas con la gente y en un momento estás en La Rioja. Lo más curioso es que dejas Aragón, pasas Navarra, llegas a La Rioja, vuelves a pasar por Navarra y de nuevo en La Rioja. Los extranjeros deben flipar. Por cierto, última comunidad autónoma que me quedaba por visitar. Solo queda Ceuta y espero que por muchos años.

Este año, primera fila en el bus, para no perderme detalle en los peajes...




Llegamos justo para comer. Ya sabéis, dieta de jugador de baloncesto: ensalada, pasta y pollo / pescado a la plancha. Eso sí, en cantidades para tíos rondando los cien kilos.

Como no había habitación para los juntaletras pasé el rato en el hall del Hotel Gran Vía leyendo. Estoy con 'Banderas de Nuestros Padres'. Muy recomendable para aquellos a los que os guste la historia pero también recomendable ver la peli de Eastwood entre la lectura para poner cara a los personajes... demasiados nombres...




La verdad es que el tiempo no acompañaba a dar una vuelta y para el rato que estábamos preferí no salir. Ya volveré, ya... Alguno sí se fue a la Calle del Laurel, famosa por sus exquisitas tapas.




Y a las 19.30 en el Palacio Municipal de La Rioja, un pabellonazo hecho a medida para la ASOBAL de balonmano y perfecto para atraer público al baloncesto. Es de esos de 'vista de pájaro'. Perdimos, a mi parecer, por culpa de los árbitros. Cuando ya no pude reprimir mi lado 'hooligan' fui increpado por compañeros de Logroño, aunque preferí ignorarlos para que la cosa no fuera a más y hiciéramos todos juntos el rídiculo.




Es una lástima, porque te vas con mal cuerpo... En fin, después cometí un pequeño delito. Antes de subir es preciso siempre ir bien 'meado', así que no me quedó otra que 'bautizar' el Nuevo Las Gaunas, justo al ladito del pabellón. Mil perdones.

En el bus me tocó ser el repartidor de ensaladas Telepizza. A elegir: pollo o no pollo. La dieta del jugador en el bus siempre es la pizza. Cada uno ya elige si es capaz de comerse una familiar... (hay uno que lo consigue y no es de los más altos).

Bueno, ya veis que en pocas horas hay pocas anécdotas que explicar. Espero que el viaje de 10 horas en bus hasta Cáceres me de más de sí!!!